Plagas del verano: Roedores
La presencia de roedores ha subido entre un 20% y un 25%, según la Asociación Catalana de Empresas de Salud Ambiental de Catalunya (Adepap). “Las ratas son ahora más atrevidas y descaradas”, dice Quim Sendra, su presidente. Es un efecto de haber ganado terreno durante el confinamiento. El resultado es la sensación de muchos ciudadanos de que ahora «se ven el doble que antes».
El cambio de hábitos de las ratas y el incremento de las restricciones de uso de algunos productos biocidas, sumado a la gran capacidad de adaptación de los roedores y las resistencias que van apareciendo a veces, “hace que cada vez sea más complejo mantener las poblaciones bajo los umbrales de tolerancia establecidos”, dice esta asociación.
Las empresas del sector piden al Ministerio de Sanidad excepciones para flexibilizar las restricciones impuestas al uso de los insecticidas.
“Las ratas tienen espacio y más recursos alimentarios en las ciudades; y si su único predador, el hombre, afloja los controles y tratamientos, las plagas aumentarán”, alerta Sendra, que se muestra preocupado por el riesgo de que las administaciones decida bajar la guardia y reducir los presupuestos y el personal técnico dedicado a esta tarea.
Las ratas son muy nocivas para la salud ambiental, ya que son portadores de insectos o artrópodos que puede transmitir enfermedades zoonóticas.